1. Introducción

La Historia de la Filosofía no ha conocido, verdaderamente, a ningún pensador más contradictorio, revolucionario y crítico que Nietzsche. Esta, la Historia, se ha dado la mano en afirmar la existencia de tres Nietzsche: uno romántico, enamorado de Wagner, influido por Schopenhauer y amante de la poesía de Esquilo; uno positivista y racionalista, que puede ser definido propiamente como un anti-Nietzsche; y finalmente, uno que hizo de la filosofía una filosofía de martillo, llevándose por delante todo lo que estaba establecido.  

La mayor parte de los historiadores afirman que el verdadero Nietzsche, su pensamiento real, se encuentra en el tercero, en la filosofía del martillo. Creo conveniente negar tal: el tercer Nietzsche no es sino, una síntesis de los dos anteriores: algo parecido a la dialéctica hegeliana que afirma que del ser y el no-ser, de la tesis y la antítesis nace la síntesis final.  

También es cierto que Nietzsche ha pasado a la Historia con un pseudónimo: “el asesino de Dios”. No fue el autor quién asesinó a Dios, sino Darwin y la biología, sin embargo, sí fue este quién lo predicó con orgullo al mundo, y el primer pensador que se hizo responsable del Hombre sin Padre.  

En el presente artículo se pretende exponer la vida y obra de Nietzsche, para ver de qué manera existen o no tres diferentes, y en consecuencia, ver la veracidad del tercero como la síntesis. Se abordará también la famosa fórmula “Dios ha muerto”.  

2. Vida y obra

2.1. Introducción. 

Nietzsche, hijo de un pastor que murió 5 años después de su nacimiento, nació el 15 de octubre de 1844 en Rocken, una ciudad de la Sajonia prusiana. Fue criado en Namburgo junto a su madre, su hermana, su abuela y dos tías.  

De sus estudios preuniversitarios tenemos que de 1854 a 1858 estudió en el Gymnasium local, y años más tarde, en el célebre internado de Pforta, allí dónde sintió por primera vez admiración por la época griega, en especial por Platón y Esquilo. 

Sus estudios universitarios comenzaron en 1864 en la universidad de Boom. Año siguiente se trasladaría a Lezpzig a continuar sus estudios filológicos de la mano de Ritschl. Merece destacar que en esta época conoció la obra de Schopenhauer, y lo admiró por su profundo ateísmo.  

Su época como profesor de universidad, y como pensador, comenzaría en 1864 en Basilea, donde impartió su primera clase: Homero y la filología clásica. Allí también conocería a Wagner, cuya influencia es imprescindible para entender el pensamiento y la obra/vida de Nietzsche.  

2.2. Los tres Nietzsche. 

2.2.1. El Nietzsche romántico.  

El primero de estos, el que ha sido denominado como el Nietzsche romántico, o la época romántica, abarca desde 1872 cuando publica su primera obra El origen de la tragedia y finaliza en 1876. La finalización de la época, su causa eficiente, es comprometida: muchos autores afirman que se debe a la ruptura de la amistad con el músico Wagner que le causó una fuerte conmoción psicológica, mientras que otros afirman que se debe a una insatisfacción producida tanto por su trabajo como profesor, como por sus propias condiciones psicológicas.  

El caso es que en este periodo encontramos dos obras clave: la ya mencionada, y las Consideraciones Intempestivas.  

En la primera obra se presenta el contraste entre la cultura griega anterior y posterior a Sócrates, con un fuerte menosprecio a la cultura ulterior. Se afirma también que la cultura alemana contemporánea guarda relación con esta, y solo ha de ser salvada si se impregna del espíritu de Wagner.  

Tal obra no fue bien aceptada por los filósofos y tuvo como consecuencia que Nietzsche perdiera prestigio entre los eruditos del mundo clásico.  

Próximamente entre 1873 y 1876 aparecen 4 ensayos bajo el título: Consideraciones intempestivas. El primero es una fuerte crítica a David Strauss como representante de la cultura alemana; en el segundo realiza una fuerte crítica a la idolatría del conocimiento histórico como sustituto de una cultura viva; en el tercero elogia a Schopenhauer como educador frente a los profesores de Basilea; finalmente, en el cuarto describe a Wagner como un genio. 

2.2.2. El Nietzsche “hijo de la Ilustración”. 

El segundo Nietzsche comienza en 1876. Frente al irracionalismo del primer periodo, la crítica a Sócrates, el racionalista, tenemos ahora un Nietzsche que se parece un hijo de la Ilustración. 

Se publica en varios trabajos Humano, demasiado Humano (1878-1879). Allí ataca a la metafísica, y afirma que todo se puede explicar en líneas materialistas.  

Tras esto, y debido a sus problemas de salud e insatisfacción renuncia a la cátedra en Basilea en 1879, y ulteriormente, en 1881 ve la luz Aurora; en el año siguiente, la Gaya Ciencia, donde se plantean dos ideas que han trascendido a la Historia: el cristianismo es hostil a la vida, y la famosa fórmula: Dios ha muerto.  

2.2.3. El verdadero Nietzsche: la filosofía del martillo. 

Con la publicación de Así habló Zaratustra, su obra magna, se cristaliza el tercer Nietzsche. Esta fue publicada en cuatro partes: las dos primeras en 1883, la tercera en 1884, y la última en 1885. Se proponen en estas ya ideas del pensamiento maduro de Nietzsche: el superhombre y la transmutación de los valores.  

Publicaría próximamente: Mas allá del bien y del mal (1886), Genealogía de la Moral (1887), y en 1888, verían la luz: Crepúsculo de los ídolos, El Anticristo, y Ecce Homo. 

En 1889 presentaría síntomas de locura y fue trasladado a Turín donde residió en un psiquiátrico en Basilea. Sin estar del todo recuperado regresaría a su casa de Weimar donde falleció finalmente el 25 de agosto de 1900.  

3. El último Nietzsche como la síntesis

Mantengo mi posición clara respecto a la problemática: el tercer Nietzsche, no es sino, la síntesis final. Tal no se justifica únicamente en la lógica que dicta que aquello que escribe un pensador en lo último de vida es verdaderamente su pensamiento real; sino que encontramos que el segundo es realmente la antítesis del primero.  

En la primera etapa observamos un Nietzsche profundamente irracionalista enamorado de la música de Wagner y la filosofía de Schopenhauer. Sin embargo, encontramos que la filosofía de martillo está ya presente: encontramos la crítica a la cultura racionalista de Sócrates, y también la crítica a la afirmación de la cultura alemana de Strauss.  

En la segunda etapa encontramos el anti-Nietzsche: un autor profundamente racionalista, positivista y materialista. Sin embargo, seguimos observando como su obra no nace tal que un sistema que pretende explicar la realidad, sino como reacción a todo lo que antes había creído verdadero.  

La filosofía del martillo sigue presente: no sólo encontramos la crítica a la metafísica, sino también, a través del anuncio de la muerte de Dios, la crítica al Hombre de fe, que más que vivir esta vida, piensa en la otra.  

La tercera etapa es la síntesis final: a través de las reflexiones producto de haber personificado el racionalismo, tanto como el irracionalismo, Nietzsche carga contra todo. Se plantea entonces las tres ideas que le han hecho pasar a la Historia: el superhombre, la transmutación de los valores y el eterno retorno.  

4. “Dios ha muerto”: la fórmula que pasaría a la Historia

En La Gaya Ciencia, obra perteneciente al segundo Nietzsche, este escribiría: 

El acontecimiento más importante de la época actual- que “Dios ha muerto”, que la fe en el dios cristiano ha sido imposible de mantener- ya empieza a disipar las primeras nubes sobre Europa. Al fin el horizonte se presenta libre ante nosotros, a pesar de no ser brillante; al fin el mar, nuestro mar, se abre. Quizá nunca se haya abierto un mar así. 

Posteriormente, en El ocaso de los dioses, Nietzsche afirmará: El concepto de Dios ha sido hasta ahora la mayor objeción contra la existencia. Ulteriormente, en El Anticristo dejará escrito: con Dios se declara la guerra a la vida, a la naturaleza y a la voluntad de vivir. Dios es la fórmula de toda calumnia contra este mundo y de toda mentira respecto al más allá. 

No solo se presenta la muerte de Dios como un qué absolutamente positivo: el Hombre ya no queda sometido a ninguna ley ni moral externa, es él mismo quién debe construir su porvenir, sin ser dirigido por ningún mandato ajeno a él mismo; sino que tal muerte representa la posibilidad de que el Hombre viva ahora su verdadera vida y ponga por fin, los pies sobre la tierra.  

5. Final del artículo

Verdaderamente, Nietzsche vivió todas las vidas que un filósofo puedo vivir en aquella época: del irracionalismo puro, al positivismo, y de ahí a transformarse en un autor que criticó todo lo establecido fundamentándose en la muerte de Dios.  

Al igual que la Historia avaló a Fidel Castro, también lo hizo con Nietzsche: el hombre y la mujer de hoy tienen ya los pies sobre la tierra en gran parte. La religión y la idea del después-de-la-vida cada vez se hunden más en Europa: la metafísica actual ya no rinde culto a ningún Dios, sino más bien se plantea una ontología realista que pretende tener una tarea más científica que especulativa.  

6. Bibliografía

Ferrater Mora, J. (1979): Diccionario de filosofía. Alianza editorial: Madrid. 

Copleston, F. (1975): Historia de la Filosofía. Ariel: Barcelona. 

Nietzsche, F. (2001): La Gaya Ciencia. Akal: Madrid. 

Nietzsche, F. (2022): El ocaso de los dioses. Alianza Editorial: Madrid. 

Nietzsche, F. (2022): El Anticristo. Alianza editorial: Madrid.  

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