«Drogas y filosofía»
Introducción
El fenómeno de las drogas, tanto su consumo como estudio es conocido mundialmente: estas han sido estudiadas y analizadas por todas las disciplinas y ciencias, así como también consumidas en todo el mundo. Resta a mi juicio, un análisis filosófico sobre las drogas que ponga de relieve cuál es su papel en la complejidad de la existencia humana.
Ese es el objetivo del presente artículo.
Las drogas: una introducción formal
Formalmente las drogas deben de definirse tal que: sustancias ilegales psicoactivas que alteran la percepción y la conciencia. Es de suma importancia destacar aquí que lo que caracteriza a las drogas en su definición formal es la característica de “ilegalidad”, puesto que sino: ¿en qué se diferenciaría un psicofármaco de, por ejemplo, la cocaína? Puede afirmarse que ambas son sustancias psicoactivas que alteran la percepción y la conciencia.
La diferencia radica en que una es ilegal puesto que no tiene ningún uso médico o terapéutico, mientras que la segunda es una sustancia legalizada con fines médicos.
Es de suma importancia destacar este punto: las drogas y la medicación o los psicofármacos son algo completamente diferente. Aún que ambas son sustancias en la medicación la sustancia está firmemente probada y se conocen todos sus efectos secundarios, así como también el fin médico para el que tal es utilizada.
Sin embargo, las drogas ilegales no tienen un uso médico, ni ningún fin. Debe de afirmarse que estas son utilizadas con un fin recreativo o como redención al sufrimiento. Cuestión que trataremos más adelante.
Pese a lo dicho, soy partidario de afirmar que a parte de la ilegalidad de la sustancia a las drogas la caracterizan su potencial adictivo: el sujeto tras una serie de consumos se vuelve adicto a x sustancia, y toda su existencia girará en torno a conseguir y consumir la sustancia.
Hasta lo dicho hemos de destacar que se ha puesto de relieve la definición formal de las drogas, así como también la diferencia entre los psicofármacos y estas. En lo que resta de artículo comienza el análisis filosófico de las drogas.
La analítica de las drogas desde la filosofía y la existencia humana
Se tratarán aquí tres puntos de vital importancia en tal analítica: sufrimiento y drogas, drogas y libertad humana, y finalmente, las drogas y su adicción como la alienación total y absoluta del YO.
Sufrimiento y drogas
En muchas ocasiones, es de sumo conocido por el conocimiento popular, las drogas tienen su uso en paliar o aliviar el fenómeno del sufrimiento: es lo que se conoce como el escape de la realidad, o la huida del YO a través de sustancias.
Sustancias como los opioides, la heroína, el MDMA, la ketamina, tienen la facultad de disminuir la sensación del sufrimiento y crear sensación de bienestar e incluso euforia. El individuo al consumir tal palia el sufrimiento vital o la sensación de vacío que en muchas ocasiones del trascurso de una vida se revela.
Si bien es cierto, todo hasta aquí parecería maravilloso: disponemos de una serie de sustancias que consiguen frenar el sufrimiento y aliviar a las personas que padecen de este. Intervienen aquí los conceptos de tolerancia y adicción.
La tolerancia consiste en que el sujeto tras consumir varias veces la sustancia necesita más cantidad para sentir los mismos efectos, hasta que llega un punto en el que la sustancia no llega nunca a producir dichos efectos: es lo que se conoce en psiquiatría y psicología como “adicción”.
La adicción es el punto fuerte de las drogas y su conexión con el análisis existencial y filosófico, puesto que: esta representa tanto la pérdida de la libertad completa y absoluta, como la alienación del YO.
En lo que resta de artículo nos centraremos en ambos puntos.
La adicción y la pérdida de la libertad humana
La adicción a cualquier droga lleva por completo al individuo a la pérdida total de su libertad: pues toda su existencia gira en torno a consumir dicha sustancia, alejándose así del mundo circundante y del-otro. Debe afirmarse que la adicción envuelve por completo al sujeto y su existencia se transforma única y exclusivamente en un estar-bajo-los-efectos.
La adicción no solo provoca la perdida de la libertad individual, sino que afecta de lleno a la libertad colectiva: antes de ser-adicto el sujeto cuidaba del mundo, del-otro y del propio YO reflexivo; tras caer en la adicción prima en un antes-que-nada consumir la sustancia. El cuidado del mundo y del-otro desaparece, por lo tanto, desaparece la responsabilidad de la libertad colectiva que tiene su fundamento en el cuidado.
La adicción en el plano analítico-existencial debe definirse como la pérdida total y absoluta de la libertad individual, tanto como la no-responsabilidad con el mundo circundante de la que emana la libertad colectiva.
Una vez puesto de relieve tal podemos dar paso al punto fuerte del artículo: las drogas y la alienación del YO.
Las drogas y la alienación del YO
No referimos aquí a la alienación propia del estar-colocado, sino a la alienación total del YO cuando el sujeto pasa a ser-adicto. De una forma clara puede afirmarse que: la adicción a cualquier droga provoca que el YO-no-ebrio pase de ser el YO principal a un YO desconocido y sustituido por el YO-ebrio que se configura como la principal forma del estar-en-el-mundo del sujeto adicto.
En unas palabras más cotidianas: la persona solo se conoce a sí cuando está bajo los efectos de las drogas, mientras que su carácter y su forma de ser sin haber consumido la sustancia quedan relegados a un segundo plano, llegando a parecer incluso un desconocido para sí mismo cuando no está ebrio.
Se produce entonces el fenómeno total y absoluto de la alienación del individuo: no solo a un nivel de percepción y cognición, sino también conductual. Las conductas motivadas por los efectos de dicha sustancia pasan a ser las conductas normales para la interpretación del sujeto: el YO se transforma en otra cosa, y el ser-así, tanto como la forma de estar-en-el-mundo quedan por completo remplazadas por una forma nueva provocada por la adicción.
En definitiva: la adicción produce la transformación del YO, pues el YO que se presenta ebrio pasa a ser el YO normal y natural para el sujeto. Esta es la alienación total y absoluta provocada por las drogas y la adicción a estas.
Final del artículo
Podemos obtener como conclusión que las drogas y la adicción representan la pérdida del sujeto. Este, en la alienación absoluta del yo pasa de ser uno a ser-otro completamente diferente. Lo que la psicología define como un cambio de personalidad que tiene su fundamento en la adicción es un qué mucho más profundo: una transformación total de la forma de ser-así, tanto como la forma de estar-en-el-mundo.
Sin respuestas